En el pasado, el matrimonio era para sobrevivir. Era para tener refugio, para poder comer y para procrear. Luego trajimos el amor al matrimonio y se convirtió en una necesidad romántica que aporta un sentido de pertenencia. La idea del matrimonio ha evolucionado a través del tiempo, y de la mano, las bodas. Todos los rituales ceremoniales que conocemos tienen una historia, un significado especial que llena los corazones de los más románticos.
Muchas de estas tradiciones ceremoniales han quedado en el pasado. Como la tanda húngara, el juego de liga o el muertito. Muchos rituales son considerados anticuados, que no aportan un significado real o con el que se puedan identificar los novios. Pero hay tradiciones que valen la pena. Como lo son los votos de amor.
Estas van a ser las palabras que gobernarán tu matrimonio. Dentro de diez años verás hacia atrás y dirás «todavía lo digo en serio». Y no nos referimos al discurso de hasta que la muerte nos separe. Aunque estas tengan un valor importante dentro de una ceremonia religiosa, los votos de amor que vienen de ti son mucho más especiales. Es una promesa, un momento vulnerable donde abres tu corazón a tu esposa o esposo.
Muchas veces no tenemos las palabras que queremos decir. Pues en ocasiones el amor verdadero es difícil de expresar. O veces creemos que lo hemos dicho todo, en especial si llevamos mucho tiendo compartiendo nuestra vida. Debes de saber, que existen muchas formas de expresar tu amor hacia esa persona.
Si no sabes cómo o donde empezar, escribe todos tus pensamientos. Déjalos fluir. Expresa todo lo que sientes por esa persona. Inspírate en momentos especiales o significativos que hayan compartido juntos. En canciones, libros, películas o historias. No trates de incluirlo todo. Solo lo más importante.
Es normal sentir nervios. Es un momento íntimo. Después de todo, realmente estás mostrando tu corazón a la persona con la que compartirás toda tu vida, y lo estás haciendo frente a tu familia y amigos más cercanos. Recuerda que lo más valioso es hablar con honestidad. Hazte responsable de todas las cosas que puedes y quieres cumplir. Demuéstrale al amor de tu vida que este es un compromiso donde ambos pondrán el 100%, no el 50. Cuida su corazón y cuida al tuyo.
