Planear una boda puede ser estresante. Está la selección del lugar, la planificación del menú, la decoración, la fecha, etc., etc. Pero una de las decisiones más difíciles puede ser a quién incluir en la lista de invitados.
Quién recibe una invitación y quién no dependerá de muchos factores, pero cuando se trata de agregar compañeros de trabajo a la lista de invitados, la elección puede ser aún más complicada. Para evitar una situación estresante, te mostramos algunas preguntas que tú debes hacerte antes de empezar a invitar a toda tu oficina.
¿Son amigos de verdad?
Al agregar compañeros de trabajo a tu lista de invitados, considera primero si realmente son amigos. Es cierto que hay compañeros de trabajo con los que socializas fuera de la oficina, estos pueden ser considerados en tu lista de invitados.
Si hay un grupo de compañeros de trabajo con los que sales a cenar o pasas tiempo los fines de semana, esos compañeros de trabajo pueden considerarse amigos reales y deben ser tratados igual que tus amigos que no trabajan contigo.
¿Puedes evitar hablar del evento en el trabajo?
Tu boda es un gran evento de vida. Es natural estar entusiasmado con ello y esperar que tus compañeros estén entusiasmados contigo y te bombardeen con preguntas para obtener detalles. Pero si has tomado la decisión de no invitar a compañeros de trabajo, puedes decir algo como: «Nos casaremos a finales de año. Ojalá pudiéramos invitar a todos, pero no podemos». Para evitar sentimientos heridos, no digas que solo invitas a amigos y familiares porque un compañero de trabajo puede considerarse un amigo personal, aunque no pienses en ellos de esa manera.
¿Quieres mezclar tu trabajo y tu vida personal?
Este es uno de los eventos más íntimos de tu vida. Invitar a compañeros de trabajo a participar junto con todos los miembros de tu familia y amigos puede ser incómodo si aún no son amigos fuera del trabajo. Esto es especialmente cierto si muestras un lado diferente de su personalidad en el trabajo que en casa o si sientes la necesidad de mantener un cierto carácter en la oficina.
Y la pregunta más importante: ¿Deberías invitar a tu jefe?
No hay ninguna regla de que tengas que invitar a tu jefe a tu boda. Tu jefe debe ser tratado de la misma manera que cualquier otro grupo de trabajo. Si son amigos fuera de la oficina, o si están invitando a la mitad de la oficina o grupo de trabajo, tu jefe debe estar en la lista de invitados.
Analiza realmente cómo es tu jefe. Puede ser que se llegue a enterar y solamente te felicite, comprenderá que no fue requerido. O, algunos jefes tienen un interés personal en la vida de sus trabajadores fuera de la oficina. Si el tuyo recuerda tu cumpleaños, recuerda detalles importantes sobre ti y, cuando llegas a trabajar enfermo, insiste en que te tomes el resto del día libre; es posible que, si no lo invites, se sienta un poco ofendido.
Recuerda, tu boda es un día especial que recordarás por siempre. Dentro de algunos años, mucho después de que hayas dejado este trabajo, tus amigos de la infancia seguirán siendo tus amigos de la infancia, tus primos seguirán siendo tus primos, pero ¿seguirás en contacto con tus compañeros de trabajo? Al hacer tu lista de invitados, piensa en las caras que deseas ver en tu álbum de bodas cuando celebres tu aniversario.