No puedes comerlo ni beberlo. No puedes verlo ni tocarlo. No lo necesitas para vivir. Sin embargo, la música es un universal humano, que se encuentra en todas las culturas del mundo.
La profunda conexión humana con la música la convierte en una herramienta poderosa para eventos, ocasiones en las que las personas se reúnen para celebrar, establecer contactos o hacer negocios. Y, como la mayoría de los aspectos de la planificación de eventos, elegir música resulta más complicado de lo que parece.
La música influye en el estado de ánimo de los asistentes al evento:
La música tiene un profundo efecto en el estado de ánimo. Llega a los más profundos de nuestro cerebro; trabajando en áreas como la emoción, la memoria, la anticipación, el placer, etc. La música puede ayudar a los invitados a sentirse bienvenidos; cuando entran a una fiesta en el jardín, un cuarteto de cuerdas o un conjunto de flautas dulces pueden ayudar a establecer un tono relajante, refinado y acogedor.
A sentirse emocionados durante el lanzamiento del ramo u otros rituales ceremoniales. Involucra la música en la experiencia para un impulso adicional de buenos sentimientos y emoción. Piensa en las personas que asistirán y toma notas sobre sus gustos musicales.
Crear una lista de reproducción:
El DJ o banda en vivo que elijas se pueden beneficiar si les proporcionas una lista con tu música preferida. Una variedad de estilos funcionará, siempre y cuando la música no sea agitada o intrusiva. Evita la electrónica, las composiciones dramáticas. Siempre es bueno hacer un ensayo días previos al evento para asegurar que la música no sea incómoda al momento de querer conversar o comer. También observa donde serán colocadas las bocinas, nadie quiere comer mientras la música retumba sus oídos.
La música mejora el propósito del evento:
Al comienzo de una fiesta o recepción, usa música cálida y lírica para establecer un tono de bienvenida. Luego, a medida que avanza el evento, cambia a música de baile divertida con energía.
Planificar la música para tus eventos requiere tiempo y atención al detalle. Pero cuando lo haces bien, haces la diferencia entre un evento que golpea todas las notas correctas y uno que fracasa. Disfruta aprovechando el poder de la música para crear un ambiente y mejorar la experiencia de los invitados.